Historia de Jalisco

Se cree que los primeros asentamientos humanos registrados en el oeste de México existieron hace 7.000 años.

Una multitud de grupos étnicos, entre ellos los bapames, cocas, tecuejes, tepehuanes, tecos, tzaultecas, purépechas, pinomes, xilotlantzingas, amultecas, otontlatolis, coras, xiximes, tecoxines, tecuares y tecualmes, habitaron la zona que hoy es el estado de Jalisco.

Una civilización parecida a la de Colima y Nayarit surgió en el año 100 en la costa de Jalisco, entre Puerto Vallarta y Cihuatlán, así como en el occidente del estado. Sus principales poblados se ubicaron en Tuxcacuesco, Autlán, El Ixtépete y las inmediaciones de Barra de Navidad. Su cerámica tiene temas militares, costumbristas y funerarios.

La expansión cultural tolteca comenzó en el año 618 y llegó a la región de Xalisco. La ciudad de Ameca se estableció hacia 1325 y tuvo que hacer frente a los continuos asaltos de los tarascos, ya que su autoridad se sentía en toda la región.

Pero tras ganar la Guerra del Salitre en 1510, los indios de Zapotlán, Sayula y Zacoalco, con la ayuda de los colimenses, dejaron de ser tributarios de los michoacano-tarascos.

Para 1524, Alonso de Ávalos había recibido una encomienda que incluía el sur de Jalisco, Cocula, Zacoalco y Sayula, así como la costa sur de la laguna de Chapala. Mientras tanto, Francisco Cortés de Buenaventura había explorado el valle de Autlán.

Entre los siglos XVI y XVIII se formó la provincia de Nueva Galicia, que abarcaba los actuales estados de Nayarit, Zacatecas y Aguascalientes, así como una parte considerable de Jalisco y Sinaloa.

Debido a la ley "Real Ordenanza para la creación y formación de intendentes de los ejércitos y la provincia en la Nueva España" que Carlos promulgó el 4 de diciembre de 1786, el reino de Nueva Galicia pasó a llamarse Intendencia de Guadalajara, y también se modificaron sus fronteras, incorporando los actuales estados de Jalisco, Aguascalientes, Nayarit y Colima.

Desde 1810, Nueva Galicia ha sido testigo de varios y brutales conflictos en apoyo de la revolución que concedió la independencia a Nueva España. El 16 de septiembre de 1810 marcó el inicio de la batalla de la independencia. Pocos días después, Guadalajara recibió el primer aviso de la rebelión, y antes de finalizar el mes, habían comenzado las incursiones en el territorio de la intendencia.

Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero colaboraron en la elaboración del Plan de Iguala en 1821, otro hecho significativo en el que este estado tuvo un papel específico. El ejército y el clero del Nuevo Reino de Galicia respaldaron esta propuesta, consiguiendo incluso el consentimiento y el apoyo económico y político del obispo Cabañas. Así, en la casa designada con el número 208 de la calle Independencia, en San Pedro Tlaquepaque, se firmó el Plan de Iguala el 13 de junio de 1821.

El 16 de junio de 1823 marca la fundación del Estado Libre y Soberano de Jalisco. Desde el siglo XV hasta la actualidad, Guadalajara ha sido su capital y sigue siéndolo.

Los siguientes acontecimientos marcaron el inicio del desafiante proceso de unificación del Estado de Jalisco dentro de la recién formada República Federal: la constitución del Congreso Constituyente, que otorgó a Jalisco una Constitución Política del Estado compuesta por 272 artículos; y la elección de Prisciliano Sánchez como el primer Gobernador Constitucional del estado.

A lo largo de su historia, Jalisco también ha sido conocido por la valentía de su gente. Esto quedó demostrado en el siglo XVIII, cuando México se vio amenazado militarmente por tres naciones: Inglaterra, Francia y España. En respuesta, Jalisco reaccionó patrióticamente, y su gobernador, Ignacio L. Vallarta, publicó un llamamiento a las armas el 23 de diciembre de 1861, instando a sus conciudadanos a defender la soberanía y la integridad de la nación.

El 14 de agosto de 1867 se convocó a elecciones y, bajo la dirección de Ignacio L. Vallarta, hizo su aparición política la Unión Liberal. Este fue otro acontecimiento significativo para este estado. Intelectuales jaliscienses fundaron esta agrupación. El Club Republicano Progresista fue otra organización liberal extrema que creció en poder.

El 5 de mayo de 1877, Díaz llegó a la presidencia y la ocupó hasta 1911, cuando fue reelecto tres veces. En ese momento, Jalisco esperaba que la administración de Díaz reintegrara Nayarit, antes conocido como Cantón de Tepic, a su propio territorio. Sin embargo, cuando el Séptimo Cantón de Tepic se convirtió en jurisdicción federal en 1884, esta demora resultó infructuosa.

Debido a que Díaz continuó gobernando hasta 1911, desde 1903 se produjeron en Jalisco protestas a pequeña escala contra la continuidad del dictador. Como resultado, en 1909 se fundó el partido antirreeleccionista de Francisco I. Madero. El Club Democrático de Jalisco, el partido Jalisco Independiente y otras organizaciones políticas también se vieron influidas por estas opiniones para reconsiderar sus fundaciones.

En febrero de 1913, tras los asesinatos de José María Pino Suárez y Francisco I. Madero, Victoriano Huerta fue nombrado presidente. Inmediatamente después de tomar posesión, la población campesina de Jalisco protestó en apoyo a Venustiano Carranza.

El primer jefe Venustiano Carranza nombró gobernador de Jalisco al general Manuel M. Diéguez el 12 de junio de 1914.

Tras su victoria en 1915, los constitucionalistas tomaron la decisión de llevar a cabo una amplia reforma nacional. La vida económica, social y política de Jalisco comenzó a cambiar rápidamente.

Estas ideas fueron incorporadas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos el 5 de febrero de 1917, con lo que se dio por terminado el proceso de estatalización de Jalisco. Desde entonces, todas las personas que viven en este estado han empezado a hacer realidad un sueño que tenían desde hace mucho tiempo: el avance de la democracia local y garantizar que la alternancia en el poder sea una realidad para las generaciones venideras.

Los jaliscienses buscan estructuras más democráticas que apoyen a una sociedad contemporánea y plural, lo que se refleja en la estructura actual del Congreso Local y de los Ayuntamientos.